Nervios de carrera
Este artículo es improvisado y porque me apetecía expresarme.
Es viernes y quedan dos días para la carrera y aunque ahora mismo no estoy nerviosa, sé que el sábado por la noche estaré súper excitada y emocionada por lo que se viene. El domingo me despertaré antes de tiempo con un nudo en el estómago y desayunaré pensando en todo lo que tengo que hacer. Luego iré al baño varias veces, lo que me tranquiliza porque es importantísimo ir vacía de estómago a la carrera. Me pondría más nerviosa no ir, así que cruzo los dedos porque por los nervios tenga que ir varias veces.
Lo acepto y lo abrazo, voy a estar nerviosa. Todas las cosas grandes en la vida te ponen nervioso. Luchar contra los nervios o no quererlos es lo que nos pone peor, y mucha gente sufre tanto por ellos que deja de hacer cosas. Podría no ir a la carrera por no exponerme a estar nerviosa o tener dudas, pero estoy segura que me sentiría peor, además, creo que es una parte muy importante del reto.
La gente tiene mucho miedo a sentir cosas, a afrontar emociones difíciles, al dolor. Creo que una maratón es eso y más. Es enfrentarse a emociones como miedo, alegría, soledad, frustración y muchísimos pensamientos malos de duda, de derrota, de no querer hacerse daño, etc. No he corrido todavía la maratón, pero la preparación para correrla es lo que ha traído. Es cierto que me dijeron que me iba a hartar de correr, que habría momentos en los que me quemaría y querría que acabase ya todo, pero la verdad es que lo he disfrutado, y eso me hace sentir rara. Llegué a pensar que me gusta hacerme daño, pero realmente me gusta ver que pasa cuando me enfrento a cosas difíciles y cómo las afronto. La satisfacción que produce superar cosas y sentirte orgullosa de cómo lo has hecho. El problema es que a veces llega un punto que la gente lo da tanto por echo que creo que no valora todo lo que conlleva.
No sé si tengo muchas expectativas a nivel personal sobre lo que es correr una maratón, tengo más miedo a que me decepcione a decepcionarme yo. Me explico. No tengo ningún miedo a que pase algo que haga que no pueda terminar la carrera, ya lo he aceptado y si llega el punto no va a ser una derrota, es una cosa más de la vida y aunque me fastidiaría, no creo que me afectase como para estar muy mal porque sería algo normal en un reto tan grande.
Sin embargo, me está pasando algo raro, tengo más miedo a que la carrera me decepcione a mi. Que tenga pensado que correr una maratón es algo duro, trascendental, satisfactorio, etc, y que al final me decepcione porque se pase sin producir el efecto que creo que puede tener. Me da miedo sentirme vacía después, como sin ningún tipo de objetivo. No se si es real, pero creo que eso es más peligroso que todo lo demás que me pasa por la cabeza. Obviamente me refiero a objetivo deportivo, porque en la vida tengo muchos proyectos en camino que me van a hacer retarme cada día.
También, como decía antes, me da miedo que la gente asuma que como soy yo, lo voy a hacer y punto, pero al final no se valore lo que me va a costar. No sé si me explico. Se da por echo que lo voy a acabar y como soy una bestia es algo normal, pero NO es normal. Hasta para mi es una pasada. No hemos puesto las cosas en su sitio, correr 42 kilómetros con 195 metros es una PUTA BARBARIDAD. He hecho cuentas del tiempo que voy a tener que correr y me salen 4 horas y 25 minutos como objetivo. Voy a estar toda la PUTA mañana corriendo. También os digo que no imagino mejor plan
Comentarios
Publicar un comentario