Correr una maratón

 Os voy a describir cómo ha sido para mi correr una maratón. Es una opinión personal y no basada en ningún dato objetivo ni científico.

El día de la carrera me desperté con ganas pero tampoco con muchos nervios. Lo que más me podía angustiar era no ir al baño antes de la carrera y conseguí ir hasta tres veces, por lo que eso, check. 

Además, aunque dormí a trocitos, algo descansé, o por lo menos, no me levanté de la cama en ningún momento. Por lo que descanso, más o menos check.

Desayune según mi rutina habitual y no me costó comerme todo lo que mi nutricionista me había pautado, con lo cual, check. 


Empecé la carrera con mi amigo Nacho, Miguel y una chica que se nos unió por mi compañero Ernesto de atletismo. Me fue muy bien porque conseguimos mantener un ritmo estable, relajado y cómodo hasta el kilómetro 5, que era lo que había previsto, porque la carrera empezaba en cuesta. A partir de ahí subí un pelin el ritmo y lo mantuve hasta el final a pesar de, en el kilómetro 14 me entraron con retortijones que iban y venían. Luego, desde el kilómetro 34, eran bastante más constantes y cada vez que comía un gel o bebía agua, me daba retortijón. No sé si habría hecho nada de pararme al baño, pero me daba miedo que saliese sin haberle dado yo permiso. Se convirtió entonces en una lucha entre los calambres en las piernas y los calambres en el estómago. Iba muy estudiada y entrenada, no es algo que pasase por fallar, sino porque el cuerpo es así, por mucho que practiques o prepares algo, puede desestabilizarse por otros motivos y tienes que saber gestionarlo. Creo que ahí está la experiencia y conocer tu cuerpo. Era mi primera maratón, pero entiendo que todo lo vivido en la preparación me hizo saber qué hacer. 


Cuando terminé, aunque estaba contenta, estaba un poco desconectada. Creo que los retortijones me estaban sacando mucho de la situación e incluso cuando ya estaba con mi familia en dirección al VIPS a comer, me sentía sin hambre y con miedo a comer algo que me pudiese desestabilizar. Han tenido que pasar unos días para darme cuenta de lo que me gustó la experiencia y procesar que soy maratoniana. Ahora estoy mucho mejor, pero haces días escribí:

"Creo que no he procesado todo y que me está viniendo poco a poco todo lo que he hecho. Me está costando un poco escribir porque mi estado emocional es raro. Me siento un poco decepcionada tal vez por no sentir mucho más. Me he puesto un listón muy alto de lo que debería sentir o lo que debería suponer para mí correr una maratón y estoy decepcionada de que sea un poco como una cosa más. "

Ahora no pienso así, ya he empezado a asimilar y estar contenta, y peor aún... A querer más. ¡Ya me he apuntado a la próxima! Sevilla, ahí nos vemos. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

La última semana

Nervios de carrera